El pasado trimestre se vendieron, según IDC, casi 28 millones de tabletas y 88 millones de PCs “convencionales”. Sumando ambas cifras las tabletas representan ahora casi el 25% del mercado de la informática. El tercer trimestre es siempre un periodo complicado para establecer tendencias de mercado, y este año aún lo es más. Con Windows 8 a las puertas del mercado es tentador pensar que las ventas de PC caen más de un 8% porque hay usuarios esperando para renovar el portátil.
Pero esto es lo que creo que va a pasar: Windows 8 ya está en la calle y la temporada navideña se nos echa encima pero a pesar de ello las ventas de PC van a desinflarse este año incluso por encima de lo pronosticado. Las compañías no van a renovar sus flotas hasta que Windows 8 tenga más rodaje y en muchos hogares la tableta está haciendo desaparecer la necesidad de tener un ordenador o al menos de renovarlo tan frecuentemente.
Dentro de unos años, cuando miremos hacia el pasado, la segunda mitad de 2012 será el que consideremos como punto de inflexión en el mercado de la informática. Aún se venden más PCs que tabletas (no llegarán a estar en paridad hasta 2013 o 2014) pero todo el mundo sabe ya como acaba esta historia. A partir del próximo año IDC dejará de hablar de dos productos por separado, unificando ambos para salvar las cifras y dar una cara optimista al mercado. Después de todo cuesta pensar en una distinción real ahora que Windows 8 favorece la experiencia táctil. Los portátiles y sobremesa “tradicionales” han alcanzado ya su cénit. A partir de ahora todo es cuesta abajo. Sin frenos.
Por descontado, hay usuarios para los que una tableta no es el dispositivo ideal y el mercado de PC, aunque comience a encoger, sigue siendo muy grande. La cuestión aquí es que el de las tabletas lo será aún mucho más. Sorprendente si tenemos en cuenta que hace sólo dos años muchos se preguntaban si esto no sería tan sólo un capricho o una moda pasajera.
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