Windows 8 llega a nuestros hogares y es interesante empezar a trabajar sobre esta idea, conociendo las versiones disponibles a la venta, los requisitos necesarios para poder funcionar con normalidad y una guía básica para poder instalarlo.
Cómo ya es habitual, el sistema operativo de Microsoft sale al mercado en varias versiones distintas, aunque a diferencia de su antecesor, Windows 8 sólo tendrá tres versiones. Éstas son:
Windows 8: Es la versión básica de este sistema operativo, o como ha venido denominándose hasta ahora, una especie de Home. Es el más adecuado para la mayoría de usuarios y funciona en procesadores tanto de 32 como de 64 bits.
“El sistema operativo de Microsoft sale al mercado en varias versiones distintas, aunque a diferencia de su antecesor, Windows 8 sólo tendrá tres versiones.”
Windows 8 Pro: Es el mismo sistema operativo que la versión básica, pero cuenta con algunas funcionalidades extra, como el cifrado del disco con BitLocker y BitLocker to Go; Hyper-V, que es una funcionalidad de virtualización; control remoto del escritorio y Windows Media Center.
Windows 8 RT: Se trata de una versión orientada a dispositivos que cuentan con procesadores ARM, por lo que se trata de Windows 8 para tablets.
Requisitos mínimos para instalar Windows 8
Para poder instalar Windows 8 o Windows 8 Pro en nuestra PC, necesitaremos disponer de los siguientes requisitos mínimos:
Procesador de al menos 1 Ghz.
Memoria RAM de 1 Gb, en el caso de equipos de 32 bits, y 2 Gb en equipos de 64 bits.
“En el mejor de los casos, podemos instalar Windows 8 sin perder ningún programa que ya estemos utilizando.”
Espacio de almacenamiento (disco duro) de 16 Gb para PC de 32 bits, y 20 Gb en el caso de PC con 64 bits.
Tarjeta gráfica con controlador WDDM y compatible con DirectX 9.
Una resolución de pantalla mínima de 1024 x 768.
Cómo instalar Windows 8
Si queremos actualizar nuestro sistema operativo actual a Windows 8, podremos hacerlo descargando el archivo desde Internet o haciéndonos con una copia en DVD.
En primer lugar, tenemos que ejecutar el asistente para la actualización, el cual comprobará la versión instalada, así como las aplicaciones y dispositivos que se están utilizando, para verificar la compatibilidad.
Una vez terminado el proceso, nos informará de los problemas que se han podido encontrar y el modo más sencillo de solucionarlos para que funcionen correctamente con la nueva versión. Dependerá de la versión de Windows que tengamos instalada. En el mejor de los casos, podemos instalar Windows 8 sin perder ningún programa que ya estemos utilizando (especialmente si actualizas desde Windows 7).
Si hemos descargado el archivo, podremos crear un disco de ejecución en una memoria USB o en un DVD, lo que nos proporcionará una copia por si tenemos que recurrir a ella en un futuro. Luego, no tendremos más que elegir los datos que queremos conservar o si preferimos comenzar desde cero con la versión de Windows 8.
Finalmente, comenzará el proceso de instalación con los datos que hemos elegido, y en unos pocos minutos ya podremos disfrutar de esta nueva versión de sistema operativo de Microsoft.
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