Un nuevo estudio parece confirmar la teoría de la no relación entre el móvil y el cáncer. Hace solo unos meses un Comité de expertos de Noruega demostraba que hablar por el móvil no provoca tumores cerebrales ni infertilidad masculina, otro de los perjuicios a los que se ha asociado en ocasiones el uso de los teléfonos. Se trataba de un informe más en esta línea, que ha sido seguida de forma mayoritaria pero la cual no ha servido para evitar situaciones absurdas como la que conocimos en octubre, cuando un tribunal italiano aseguró sin pruebas científicas que hablar por el móvil sí provoca cáncer.
Para enfatizar esta posición llega un estudio realizado en Escandinavia que ha concluido sin encontrar pruebas entre la relación móvil-cáncer. Gracias a que en estos países la adopción masiva de la telefonía móvil fue más temprana que en otros del mundo como Estados Unidos o Francia se han basado en datos de hasta 20 años de antigüedad, lo que ayuda a aportar mayores argumentos al informe.
En concreto, los científicos se han centrado en el glioma, un tipo de tumor cancerígeno que se desarrolla en cerebro y médula pero que no fue más común en Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca a partir de la adopción de la telefonía móvil. Aunque hay un ligero incremento en el número de casos que lo padecieron en los últimos 15 años en el segmento de población formado por mujeres de entre 20 y 39 años, en hombres se han detectado incluso menos casos que en años anteriores.
Aunque existen casos muy puntuales de cáncer detectados después de una larga exposición a radiación, las posibilidades de que el móvil los genere son mínimas y están sieendo investigados en centros médicos de las capitales de estos países. Así pues, un nuevo argumento con base sólida que confirma lo expuesto en otros casos: hablar por el móvil no provoca cáncer.
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